• El alumno es el protagonista principal de la acción educativa. El objetivo es su formación integral: atendiendo a las necesidades evolutivas, sociales y emocionales.
• El profesorado como ejemplo vivo del ideario de centro.
• Las familias participan activamente del proceso educativo a lo largo de la escolarización, consiguiendo así el proyecto en común familias-centro: la educación integral de los alumnos.
• El personal de administración y servicios son los encargados de asesorar y acompañar a nivel técnico, administrativo y económico el funcionamiento del centro.
• El arzobispado de Valencia, entidad titular de este Centro, tiene la misión de garantizar la fidelidad al Ideario. Nombra al director Titular y éste responde ante él de su gestión.

• Participativo y experimental. Centrado en los intereses del niño y a través del trabajo cooperativo se entrenan las funciones ejecutivas adaptadas al nivel de desarrollo.
• Acompañamiento. Durante todas las etapas educativas, existe un acompañamiento vertical entre alumnos y profesores, donde existe un vínculo personal entre acompañante y acompañado.
• Creemos en una educación donde el respeto mutuo sea el motor del aprendizaje y la convivencia en el centro. Apostamos por relaciones entre profesionales y con los alumnos centradas en la horizontalidad, poniéndonos a la altura del otro para poder ver desde sus ojos.
• Involucrar activamente la participación de la comunidad educativa en el proceso de aprendizaje es una acción principal para que dicho aprendizaje sea significativo para el niño. Fomentamos la experiencia y las actividades manipulativas, donde se estimulen las funciones cognitivas del niño implicadas directamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
• Adaptado a los intereses y necesidades cognitivas, emocionales, físicas y sociales de cada niño, con el fin de proporcionar experiencias respetuosas adecuadas al ritmo de aprendizaje y la etapa evolutiva en la que se encuentre cada uno.
• Cristiano. Nuestra Fe es el motor de nuestra acción educativa, siendo el principio de vida de todas las personas que componen nuestra comunidad educativa. Educamos siguiendo el estilo de vida de Jesucristo, siendo nuestras vidas testimonio de amor, libertad, misericordia y servicio.

Nuestra identidad como Colegio Hogar Nuestra Señora del Rosario está cimentada en el Evangelio y en la Doctrina de la Iglesia Católica.

Partimos desde que la persona es creada a imagen y semejanza de Dios, y está llamada a realizarse como persona en la comunidad en la que vive, buscando hacer un mundo mejor; lograr el cambio poniendo en el centro a Jesús de Nazaret.

La identidad cristiana aterriza en los valores que testimoniamos como centro educativo católico.

La dignidad e igualdad como la diferencia que nos hace ser únicos y respetados como hijos de Dios, así como la autoestima y el respeto hacia uno mismo como hacia los demás testimoniando el Nuevo Mandamiento:

Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros.En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros.

Jn 13, 34-35

La comunidad como lugar donde vivir la libertad y la responsabilidad, donde acontece la realización de la persona como ser completo. La comunidad como hogar donde expresar la misericordia y el servicio, donde implicar la fraternidad y reconocer a Dios Padre.

Discernir nuestra misión como miembros de la Iglesia Católica interpela nuestra capacidad de amar y cuidar el mundo que nos rodea así como empeñar la caridad y el diálogo con los hermanos, desde una actitud de servicio, de gratuidad y de apertura de corazón al misterio del Amor.

Formar a nuestra comunidad educativa en espíritu crítico, como miembros activos y sensibles frente a la injusticia y marginación, así como en la participación activa y transformadora de un mundo de justicia, amor y paz.

Buscando una educación integral de todas las dimensiones de la persona, educamos en la religión católica como asignatura a lo largo de toda la escolarización. El aprendizaje de la religión católica en las aulas permite comprender aspectos teóricos de la religión como los aspectos prácticos de la misma. Descubrir a Jesús como su mejor amigo, saberse amados tal y como son y sentirse inmersos en la vida diaria del Hogar; un centro educativo parroquial donde se viven las celebraciones litúrgicas en el Templo parroquial siguiendo el tiempo litúrgico.

Además, cuidamos el momento de oración diaria como cimiento de nuestra acción educativa.

Nuestros valores y nuestra identidad son fruto de que nuestras vidas sean garantes del testimonio de Jesús en el mundo. Esto se presenta en la relación que se establece con nuestros alumnos, el acompañamiento en toda la escolarización. Dando respuesta a sus preguntas en referencia al mundo y la sociedad en la que crecemos, desde la sinceridad, el afecto y la responsabilidad de hacerlo desde una idea cristiana de la vida.

Esto se lleva a cabo desde la acción tutorial, así como en el plan de acompañamiento del centro y en cada oportunidad de poder ser acompañados y escuchados por el resto de profesionales del centro educativo.